Friday, March 16, 2012

A veces ( o casi siempre)
cuando la emoción te arrastra,
el nudo en la garganta se estanca
y el frío en las piernas te cala,
es cuando te das cuenta que estás jodidamente solo

que nadie más puede pelear con tus demonios mas que tú,
que nadie puede bajar esas bragas mas que tú,
que nadie más puede abrir las puertas de tu averno mas que tú,

es por eso que cuando la soledad se hace un vicio hay que saberla tratar como reina para demostrarle que la felicidad es solo con su presencia y si alguna embustera viene a tratar de quitarle su puesto ella actuará con el vestido de asesina,
que no cobra por muerte sino por alegría

y la soledad no es traicionera,
ella es una canción de Ellioth Smith
acompañada de un vaso de Oporto
y un puro encendido por la llamas del infierno.

No comments:

Post a Comment