Thursday, December 01, 2011

Car with the Star!

Cuando logré tomar conciencia de nuevo, me encontraba manejando un Valiant Acapulco 66, tenía de copiloto a una mujer extranjera; rubia, de piernas delgadas y con poca dicción del español.

Durante unos segundos traté de descifrar la carretera en la que me encontraba, me era muy familiar y luego de analizar todos los puntos del camino por fin lo supe, era la carretera rumbo a Querétato. Manejaba a 150 kilómetros por hora mientras la rubia ponía sus piernas arriba de la guantera y prendía el cigarro número 20 del camino, según ella.

El auto se lo había pedido hace dos semanas a la nueva pareja de mi madre, Railey, el hombre accedió inmediatamente cuando deje entrever que podría aceptar la relación en caso de lograr tener ese Valiant bajo mi control.

La rubia terminó el cigarrillo y yo en seguida le pregunté quién era, su nombre y su edad, cómo nos conocimos y en qué momento logré captar su atención para tenerla junto a mí; todo con la panorámica de sus largas piernas y si me concentraba podía percibir el inicio de sus bragas al mismo tiempo que se acomodaba mejor en el asiento, claro su vestido corto jipi ayudó en mejorar mi percepción del mundo.

La rubia trataba de entender el cuestionamiento que yo le hacía, me divertía cada vez que ella trataba de hilar una palabra en español antes de soltar al aire un "what the hell i'm trying to say". Yo reía pero en seguida me acordé de mi madre, mi cariñosa madre.

Al estilo de las películas de acción logré aparcar el Valiant en frente de una caseta que se encontraba al lado de la carretera. Me busqué algunas monedas en mi pantalón pero sólo encontré puros cerillos sueltos, busqué dentro del auto hasta que por fin di con unas cuantas.

Llamé a casa, contestó mi hermana:

Bueno, soy yo Fernando, pásame a mi madre que se me acaba el crédito - de manera apresurada le dije.

¿Dónde estás? Todo el mundo te ha venido a buscar: tus amigos, la policía y lo peor de todo, ha venido tu ex mujer. - en señal de alarma mi hermana replicó.

Maldición- pensé en ese momento- mi ex mujer, la que me abandonó por ese famoso abogado y a la que logro acechar cada vez que mi estado etílico me lo permite.

En realidad no recordaba nada, algunos vagos momentos pero practicamente no tuve memoria de las últimas dos semanas de mi vida por lo que podía haber caído en la tentación de haber hecho alguna estupidez que le hiciera recordar a mi ex mujer que soy de los que no suelen abandonar la estacada tan fácilmente.

Retomé la conversación con mi hermana y solté : Ah, ¿comentó si yo había hecho alguna estupidez durante nuestro último encuentro?

No, no dijo nada sobre ello, sólo preguntó por ti y se fue, en seguida vinieron los policías cuestionando sobre si en tu cuarto albergas algún tipo de animal, especialmente aves- mi hermana con la astucia de un informante me daba detalle de la situación.

¿Pero mi madre está bien?- Yo seguía pensando en mi madre, mi cariñosa madre.

Sí, está bien, un poco preocupada y molesta por no saber donde diablos estás sobre todo con el auto de Railey- mi hermana continuaba con su papel de informante.

La llamada se cortó y enseguida traté de analizar la situación y no había ninguna duda de que caí en la tentación:

Durante mi borrachera, que inicié hace dos semanas, robé el águila real de la pareja de mi ex mujer, acudí a alguna asociación potectora de animales para saber qué hacer y una rubia me atendió, le comenté la situación y me dijo que lo mejor era dejar libre al águila, acción a la que accedí, claro con la intención de que ella me ayudara para después perdernos por allí. El maldito valor que el alcohol me hace tener en situaciones poco probables que sucedan... y sin embargo suceden.

Miré a la rubia que parecía cada vez más encantada con el sol que impactaba en la carretera, le sonreí y le cuestioné sobre si se quería seguir perdiendo el tiempo conmigo, ella soltó un "ohh yees" y subimos al carro.

Ya en el auto y con 160 kilómetros por hora bajo mi mando, la rubia preguntó si tenía buena música, asentí con la cabeza y prendí el estereo, dentro del reproductor se encontraba un disco de Andre Williams pero la rubia desconocida no aprobó los primeros riffs de "A Car with the Star".

Me preguntó si tenía algo de "Beirut", reí y le dije que buscara en la guantera, la rubia sacó el disco deseado por ella y que una semana atrás una diseñadora me había regalado, debido a que la ingenúa se había creído el cuento de que yo era fotógrafo de la revista Vice además de que hacía algunas reseñas de discos para la misma, pero cuando descubrió que todo era mentira huyó y ni un beso le pude robar.

La rubia intentó quitar a Andre Williams y poner su mariconada de Beirut, yo la detuve y con el dedo le hice la seña de "NO", en ese momento comenzó el coro "run,run,run..."

Llegando a Querétaro la rubia inmediatamente tomó el primer autobús hacia la Ciudad de México, ni siquiera le entendí sus razones pero estaba seguro que se había ido por "incompatibilidad musical",yo la acompañé a la estación y cuando vi que poco a poco se distanciaba de mí pensé que estaba obligado en conseguir un trabajo lo más pronto posible para llenar el tanque de gasolina, comprar comida y un ron:

Tenía que regresar a casa, el Valiant Acapulco pedía a gritos estar de vuelta con su dueño y yo tenía que demostrar que seguía sin aprobar la nueva relación de mi madre.

André Williams - Car with the Star by yoelsek

2 comments:

  1. pinche traficante de animales
    nel verda eso ni tiene sentido

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  2. ta chida esa rolilla

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