Saturday, December 04, 2010

Te tengo que contar un secreto



Justo cuando me decidí a pactar con el diablo

apareciste, con una oferta mejor en los bolsillos

y sin querer presumirte

debo decirte algo:

nunca confíé en Satanás.

Llegas en rescate de una causa pérdida,

con mis tres puñeteros pesos en la bolsa

el perro viejo en mi puerta cansado de esperar algo mejor que comer

con algo de queso en la mesa de madera

y un poco de vino para no perder la costumbre.

En la noche trata de abrir la puerta despacio

puede que esté tendido en un sillón cayéndome de borracho

sin esperanzas de despertar

y soñando en un desafío a la muerte.


Pero como sé que no llegarás,

prefiero dejar la ventana abierta

para que entre el frío a la hora de las balas

para que tus caballos tengan algo que ver

y tu curiosidad sea asesinada por mi incoherencia.


Así que mujer de pelo azul, risa roja y alma verde

no veas mis ojos, que puedes descubrir la verdad

y yo pueda que llegue a robar un poco de honestidad en el mundo

en un saco con millones de dólares del rescate financiero de ENRON

sacándole provecho a la avaricia de los cerdos, de esos que hay en el mundo

que son millones y que me hacen sentir insignificante para impresionarte.


Por eso con tu alma verde, risa roja y pelo azul

te confiaré mis más arraigados secretos

para poder robarte una sonrisa

que hará que me quieras.

Por lo tanto, cruza las piernas, fuma un cigarro

quítate esos tacones que me traen loco

y  si me ves siempre serio

es por que suelo recordar consejos de Elvis.

1 comment:

  1. Ya te habías tardado. Pero te perdono, estabas escuchando consejos del rey, eso explica tanto.
    Saludos.

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