Rezaré tus orgasmos,
me pajearé en tus lamentos,
me correré en tus inseguridades,
besaré tus rechazos,
le quitaré la ropa a tu ausencia,
me refugiaré en mis modas insípidas.
Me controlo en un puente colgante;
mañana mis pajas estarán ambientadas en la tristeza,
y aún así disfruto tu pensamiento
de tu rabo, mentiroso
me excita tu "sin compromiso"
prefiero ahorcarte en la imaginación
y hacerte correr en vivo.
Prefiero no tocar el tema de tu abandono en la mesa,
pero llego a mi cama y ahí, nena
te hago el amor todas las veces que puedo.
No sé si vuelvas a venir,
pero no te estaré esperando
porque cabeza ya no tendré:
todo mi amor se ha ido en ese semen impregnado en mis sábanas.
Tu locura no me preocupa,
tus instintos sí,
tus arranques,
te dije que esto era grande y lo es:
llevo 18 pajas en el día y todas en tu honor.
De cuándo vendrás,
ni pregunto, sé que tal vez nunca,
que la costumbre te ganó
y prefieres las comodidades de la cotidianidad,
yo qué,
si siempre he sido un loco,
acostumbrado a nada y acomedido en todo.
Engañame todo lo que puedas,
que yo soy un tonto que todo te cree...
no, ese orgasmo no fue fingido, amor.
Ya es más de mediodía
y no salgo de la cama,
no sé cómo afrontaré las demás horas sin ti,
tú allá, yo acá,
si esto no es la puta felicidad,
que venga Maradona y que me diga que no fue feliz con la mano de Dios.
LA ÚLTIMA A TU SALUD
Prevengo tu abandono
con autodesconsolación,
que me amas,
ese cuento ya me lo sé,
sólo espero que no acabe conmigo.
Esto es grande, nena:
Si no eres mi puta felicidad,
no quiero nada, nada, nada...
LLEVO 19 PAJAS Y TODAS EN TU HONOR
¡SALUD!
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