Me encuentro en el ombligo del mundo
en la frontera de la ironía, la tristeza, la burla y el enojo,
descifrando qué punto cardinal escoger
y qué arma elegir.
La derrota es algo que no se acompaña con ron,
la tristeza con mezcal,
tus medias negras no van con ese vestido
y el color de tu pelo es un poco ridículo, a mi parecer.
Pero "mi parecer" está muy jodido,
mi suerte está suelta como fantasma en aquél hipodromo
y por ahora las ironías las quiero dejar en la vida real,
donde la felicidad siempre pasa de lado, mi lado, tu lado no.
Así que mañana espero despertar con resaca de ron
para imaginar cuando cruzabas mi calle,
a la hora precisa, en el momento inadecuado
donde yo era un animal olfateando tus piernas,
tu pelo y si querías también tu alma.
Despertar con la paja de las 9 de la mañana me alegraría
bastante, por que yo soy un pajero de corazón
dispuesto a terminar con ese hilo que cuelga de tu vestido,
que espero algún día ver
en un día soleado
con satanás a mi lado,
dándome un helado sabor derrota con un jarabe preparado en el infierno,
pero por ahora prosigo al toqueteo solitario durante varios meses
y si mi suerte me acompaña, años.
Yo volví...veo que tú no te has ido. Salúd...por que sigamos aquí un poco más.
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