Justo cuando me decidí a pactar con el diablo
apareciste, con una oferta mejor en los bolsillos
y sin querer presumirte
debo decirte algo:
nunca confíé en Satanás.
Llegas en rescate de una causa pérdida,
con mis tres puñeteros pesos en la bolsa
el perro viejo en mi puerta cansado de esperar algo mejor que comer
con algo de queso en la mesa de madera
y un poco de vino para no perder la costumbre.
En la noche trata de abrir la puerta despacio
puede que esté tendido en un sillón cayéndome de borracho
sin esperanzas de despertar
y soñando en un desafío a la muerte.
Pero como sé que no llegarás,
prefiero dejar la ventana abierta
para que entre el frío a la hora de las balas
para que tus caballos tengan algo que ver
y tu curiosidad sea asesinada por mi incoherencia.
Así que mujer de pelo azul, risa roja y alma verde
no veas mis ojos, que puedes descubrir la verdad
y yo pueda que llegue a robar un poco de honestidad en el mundo
en un saco con millones de dólares del rescate financiero de ENRON
sacándole provecho a la avaricia de los cerdos, de esos que hay en el mundo
que son millones y que me hacen sentir insignificante para impresionarte.
Por eso con tu alma verde, risa roja y pelo azul
te confiaré mis más arraigados secretos
para poder robarte una sonrisa
que hará que me quieras.
Por lo tanto, cruza las piernas, fuma un cigarro
quítate esos tacones que me traen loco
y si me ves siempre serio
es por que suelo recordar consejos de Elvis.
Ya te habías tardado. Pero te perdono, estabas escuchando consejos del rey, eso explica tanto.
ReplyDeleteSaludos.