Un día antes de la quinta guerra mundial
sé que vendrás a visitarme
cuando la tensa calma se apodere de tu rabia
y quieras desatar tu cólera
en una noche de sexo
donde mis sábanas tendrán la noche de su vida,
mis piernas el ejercicio falto en las clases de educación física de la secundaria
y mis ojos por fin sabrán qué es el rencor.
Así que ven cada noche antes que se termine el mundo
pasa sin tocar la puerta
siéntete cómoda
abre el queso y el vino
y por el acetato del Grant Lee Buffalo que tanto reclamas,
yo llegaré de trabajar y tendremos esa noche tan anhelada cada fin del mundo.
Pero algún día no tendrás tanta suerte:
será igual que siempre, muertos por todos lados
perros peleando con los cuervos por algún pedazo de carne,
llegarás cansada con ganas de apareamiento
pero a mí se me olvidará que es una noche antes del fin del mundo
me quedaré en la cantina de siempre
extrañándote sin saber que ahora la del deseo eres tú
y tú te quedarás esperando
pero por lo mientras
sé que ésta noche, soy yo el que se quedó esperando.
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