Encerrado con mis demonios internos
nos fumamos 20 cajetillas de cigarros
discutimos sobre el futuro de mi gusto
Se fueron en la madrugada
me quedé debajo de las sábanas
con un poco de esquizofrenia
nada que un par de mezcales no pudieran resolver
Al levantarme
sensaciones de ansiedad en mi estómago
un nudo en la garganta
hasta que me veo en el espejo
todo se va del otro lado
y
los demonios regresan
a ponerme una paliza de aquellas
empacan su odio
sin saber el remitente
y con origen desconocido.
El acoso al que llegan
suele ser insoportable
por lo menos
cada vez que despierto
nunca logro recuperar la lucidez
y mi identidad se queda
en el vacío entre la puerta y el sótano
De que me has roto el corazón,
de eso
mejor ni hablemos.
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