Epístola

- Cada 5 minutos reviso ese mensaje del año pasado, cada 5 minutos lo recuerdo, cada 5 minutos pienso qué pudo haber salido mal, cada 5 minutos pienso qué salió bien. Sólo 5 minutos, cada 300 segundos, como un columpio que se va y viene, 5 minutos intangibles. 5 minutos que salen, regresan, vuelven a irse, se transforman y se deshacen. Sólo fue 1 mensaje, pero eso está volviéndome loco, cada 5 minutos.

- Ahora mi tiempo ya no me pertenece, por fin se salió con las suyas, es de alguien más. La verdad no tengo muchos datos sobre el nuevo dueño: Tipo alto, carro blanco, sé su nombre y sus tratos y sus torpezas contigo. Ahora estoy sujeto a que el tiempo que ocupa él en ti sea mi tiempo libre, su tiempo libre es mi tiempo ocupado contigo. Ahora el tiempo se intercala, va, regresa, se vuelve a ir, ya no sé si volverá a regresar, es algo confuso, ahora no sé si mi tiempo es mi tiempo o tu tiempo esté repartido. Sé que tratas de organizarte lo mejor que puedes, tan linda que te vez tratando hacerlo; él pasa por ti, yo doy la vuelta, te deja, paso por ti, nos escondemos, él hace el trabajo sucio, yo sólo paso un buen rato, casi ni nos conocemos, es tan excitante que podría vivir toda la vida así, sin esperar nada, sólo 25 minutos a la semana de placer. Sólo espero que por un largo rato tu consciencia no sea tan recatada y no termines algo que ni siquiera comenzaste.