Saturday, May 31, 2014

Yo soy Menotti

La puta felicidad (Introducción)
Por el puto SEK
Patricia, así se llamaba mi amor de secundaria. Paty, para los cercanos. ¡Pinche vieja!, me dio una patada en la espinilla, no sé por qué. Ella era todo poder…sí, así como se lee: ¡Todo poder!
Ni siquiera fue mi amor formal, yo la agarraba de la mano, ella olía bien, ella me correspondía, nunca nos besamos; salía con los tipos “populares”… ¡PinchePaty!
Ahora pienso en ella: ¿con quién habrá cogido?, ¿fui un idiota con ella?, ¿en realidad me gustaba su olor?, ¿cogerá bien?..y así.
¡Ah Paty, hermosa!, con su lunar arriba del labio, su olor de perfume corriente, blanquita (no es que sea racista), un día le dije:
- Pinche Paty, estás hermosa
- Ya lo sé, de eso vivo- Ja, “pinche vieja”, pensé.
Pues así me la llevaba en la secundaria, ella con su pinche sonrisa, yo con mis clases: matemáticas, qué dolor de huevos; historia, estaba papa; física, ¡pinche maestro borracho!; español: la Sotera hija de puta…y así.
En realidad, quería ser cholo, juntarme con “Los Warriors”: “escuincle baboso, aprende a lavar primero tus calzones”, decía mi madre. No sabía que era ser un escuincle baboso, lo que sí sabía era que la pinche Paty me hacía temblar nada más con acercarse.
Un día le menté la madre (lo que es), pero porque me dio una cachetada, no recuerdo qué fue primero en realidad, pero pinche Paty pegaba duro.
Ah sí, ella no era mi todo, también me gustaba jugar futbol. Un día le quise dar celos con su amiga la Washington (sin mamada, así se llamaba), pero ni resultó, al contrario: un día la pinche Paty me dijo que era novia de uno de mis amigos (ahora ya no), ni lloré, al chile, era la primera vez que me partían el corazón, en serio, pero qué, ese wey ahorita es un idiota (más que yo), anda en pedos del narcotráfico.
Paty, mi primer amor, lo que es, llegaba a la escuela con el afán de saludarla, saber de ella, me decía el conocedor de informática (sólo porque yo ya tenía computadora); un día, su papá se acercó a saludarme: ¡vientos, hijo (no mijo)!...ábrase ruco, mi destino está echado, con Paty no es; yo buscaré la PUTA FELICIDAD.
Adiós PATY

Friday, May 23, 2014

Muerte

Tecleé la palabra "muerte" en el buscador del blog de un famoso escritor mexicano,
casi todas sus entradas tenían esas letras en su conjunto,
me pregunté si acaso eso era señal de miedo o de un reto hacia el fin de la vida.

No quiero filosofar al respecto,
la muerte a veces se me hace tan natural y a veces tan injusta,
pero quién soy yo para juzgar; allá iré, iremos.

Siempre que termino un cigarro (que si sigo fumando así moriré antes de lo planeado)
me entra una paranoia casi imperceptible,
pero entra, y me pone tan mal por un momento que me propongo dejar de fumar...y últimamente he fallado.

Ahora, no encuentro nada qué decir sobre la muerte,
nada del hecho pero sí de su efecto en los seres vivos:
sé que es duro vivir algo así, no que tú te mueras, al fin tú qué (o yo qué),
sino de lo que causa en otros seres,
en esta maquinaría donde una pieza se sustituye por otra ...y así.

La última vez que vi a alguien dentro de un féretro,
no pude llorar, era alguien muy cercano a mí,
después lloré hasta secarme, pero en ese momento me impactó mi reacción,
ahora percibo cuando una persona trata de llorar y no puede...sin embargo, lo intenta.

Hoy la muerte me alejó de la mujer que amo,
lo tomé como una venganza del destino (o de Dios):

Un día en la playa, yo ya bastante ebrio, reté al destino (o a Dios),
dije que si tenía algo contra mí que me castigara, que me hiciera algo vil, bajo,
reté al mar, a la corriente. Supongo que se enfureció,
durante dos días el mar estuvo bastante bravo y sin oportunidad de disfrutar de él...
pensé que tal vez esa era su venganza y ahí se cobraba la factura de mi reto.

Equivocación, ha llegado cada desgracia a mí,
que no sé cómo sigo levantándome todos los días como si no pasara nada.

Ahora, el destino (o Dios), me ha dado un golpe bajo,
de esos que no me esperaba, eso me pasa por hacerme "el valiente",
espero que se haya cobrado toda la factura,
no pienso soportar más golpes viles.

Necesito dormir, pero quiero dejar en claro que estaba borracho,
que borracho todo se vale y nada se deja para la posterioridad.

Sólo quiero dormir bien,
facturas pendientes,
a la siguiente ventanilla.


Me jodiste la espalda

Apenas me di cuenta, quise levantar un cigarro que se me cayó y sentí el dolor...
"¡Maldición!", fue lo primero que dije. 

Me toqué la parte adolorida, se sintió como un golpe con un martillo,
nunca me han pegado con un martillo en la espalda, pero se sintió así.

También me toqué el brazo, lo tenía lleno de moretones,
después la nariz y me dolía bastante,
también sentí un intenso dolor en las rodillas...
y así infinidades de dolores.

Vi mi cara en el espejo, traía los ojos morados,
tres dientes a punto de caer,
los labios hinchados...

Sonreí, saqué un cigarro de mi bolsillo 
lo puse en mi boca y busqué un encendedor,
me pase más de una hora buscando... no lo encontré.

Me entraron una ganas enormes de vomitar,
lo hice. 

Me sentía fatal.

Dormí, soñé que era John McClane:
"Me están jodiendo una maldita cruda", decía
disparaba a diestra y siniestra;
hasta salí volando por una coladera (ni puta idea cómo lo hice, pero sobreviví).

Desperté empapado en sudor,
quise llorar,
pero mis remordimientos desaparecieron,
nunca los tuve, quise decir.

Te fuiste, lo hiciste de la manera más escandalosa posible,
rompiendo vidrios, platos, vasos, ventanas, puertas a patadas,
gritándolo a todo mundo, 
¡Cuidado, nena!, vas a despertar a los vecinos.

Yo tan serio, discreto en mis sentimientos,
debí quedarme callado, tengo que quedarme callado,
vuelve a la cama, duerme, ya mañana podrás irte...LO JURO.

Me jodiste la espalda, nena...
pero no sé porqué puta razón
traigo una sonrisa en mi rostro.



Thursday, May 15, 2014

18 Pajas

Rezaré tus orgasmos,
me pajearé en tus lamentos,
me correré en tus inseguridades,
besaré tus rechazos,
le quitaré la ropa a tu ausencia,
me refugiaré en mis modas insípidas.

Me controlo en un puente colgante;
mañana mis pajas estarán ambientadas en la tristeza,
y aún así disfruto tu pensamiento
de tu rabo, mentiroso
me excita tu "sin compromiso"
prefiero ahorcarte en la imaginación
y hacerte correr en vivo.

Prefiero no tocar el tema de tu abandono en la mesa, 
pero llego a mi cama y ahí, nena
te hago el amor todas las veces que puedo.

No sé si vuelvas a venir,
pero no te estaré esperando 
porque cabeza ya no tendré:
todo mi amor se ha ido en ese semen impregnado en mis sábanas.

Tu locura no me preocupa, 
tus instintos sí,
tus arranques,
te dije que esto era grande y lo es:
llevo 18 pajas en el día y todas en tu honor.

De cuándo vendrás,
ni pregunto, sé que tal vez nunca, 
que la costumbre te ganó
y prefieres las comodidades de la cotidianidad,
yo qué,
si siempre he sido un loco,
acostumbrado a nada y acomedido en todo.

Engañame todo lo que puedas,
que yo soy un tonto que todo te cree...
no, ese orgasmo no fue fingido, amor.

Ya es más de mediodía 
y no salgo de la cama,
no sé cómo afrontaré las demás horas sin ti,
tú allá, yo acá,
si esto no es la puta felicidad,
que venga Maradona y que me diga que no fue feliz con la mano de Dios.

LA ÚLTIMA A TU SALUD

Prevengo tu abandono
con autodesconsolación, 
que me amas,
ese cuento ya me lo sé,
sólo espero que no acabe conmigo.
Esto es grande, nena:
Si no eres mi puta felicidad,
no quiero nada, nada, nada...
LLEVO 19 PAJAS Y TODAS EN TU HONOR
¡SALUD!




Sunday, May 04, 2014

¿Por qué las vacas están tristes?


No lo sé, ni me importa, pero yo estoy triste.

Sé que pueden estar tristes o estar contentas; sin embargo, no lo expresan... pero yo me veo triste y me siento triste.

Algunas vacas están tristes, yo estoy triste, tres botellas de ginebra lo confirman, mi estado de cuenta lo confirma, tus labios me lo confirmaron, tu mirada también: estoy triste, sin lugar a dudas.

Estoy triste y ese viejo que pasa por la calle se burla de mí, de mi exilio, de mi letargo, de que algún día fui un ganso despreocupado de la vida y ahora soy una tortuga preocupada por su mala vista.

Las vacas están tristes , sin duda, yo también, sin duda, mis cosas también, sin duda; mi cuenta en este estúpido bar lo confirma.

Estoy triste... las vacas también lo están

punto no final 




Friday, May 02, 2014

Lo sé La Volpe, crecer es una idiotez



SEK

Era aquella tarde del 93, en la cual Sergio Verdirame se cansaba de fallar frente al arco del Atlante y con dos goles de Daniel Guzmán, Ricardo Antonio La Volpe se proclamaba campeón del futbol mexicano. Mientras aquellos atlantistas levantaban el campeonato, había una reunión familiar en mi casa: yo jugaba con mis primos futbol, todos queríamos ser porteros para lanzarnos de la manera más estúpida, sin importar raspones o lesiones, sobre el balón. El juego terminó cuando mi madre nos metió a comer y nosotros aceptamos más a fuerzas que de ganas.

Sí, en aquella tarde se iniciaba el Lavolpismo. No sé definirlo en sí, pero para mí ha sido una manera de sobrellevar esta mierda de vida: ni mujeres, ni alcohol, ni cigarros, ni trabajo, ni pajas, ni ropa, ni discos, ni amigos…sólo el Lavolpismo.

Dirán lo que quieran, La Volpe está a la altura de los grandes.
Bien podrían convivir en un cuarto, liarse a golpes y terminar tomando ginebra aquellos viejos lobos de mar apegados al futbol, me refiero a Luis Aragonés, César Luis Menotti, Carlos Salvador Bilardo y, por supuesto, Ricardo Antonio La Volpe.

Nunca supe cómo ni cuándo adopté el Lavolpismo como un estilo de vida: sí, salir, tocar, moverse bien, dar la cara, perder con orgullo, ganar porque lo merezco, defender con orden, nunca parecer desesperado (siempre con el rostro firme), faltándole el respeto a los grandes, nunca acatando el orden; sin embargo así soy y tampoco creo que sea lo idóneo para alguien que pretende ser feliz, simplemente: se vive cómo se puede.

Lo que le pasa hoy a La Volpe, al más grande entrenador de la historia del futbol mexicano, es parte de lo que nos pasa a los lavolpistas a diario: es víctima de las circunstancias.
No ahondaré en lo demás, yo no le creo a La Volpe pero estoy con él; Hace unos días, el bigotón declaró: “Es el peor momento de mi vida”, cuando respondía sobre las acusaciones de acoso a una mujer. Lo sé La Volpe, es el peor momento de nuestras vidas y arruinado por una mujer, aquel contrapeso que se ha implantado en este universo para jodernos la vida felizmente.

Me llevo las manos a la cabeza, estoy a punto de la desesperación, mi vida es tan patética que me hace reír; no es que el mundo esté mejor y sea lo ideal para poderlo habitar, hay mucha mierda ya, lo sé.
La Volpe, no serás un ganador, serás el mejor, pero no un ganador, no tendrás ya tantos reflectores en tu vida, en realidad me agrada pensar que acosaste a aquella mujer, es parte de tu filosofía, es parte del Lavolpismo.


Lo sé La Volpe, crecer es una idiotez.